Sin embargo, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en su política de recortes, ha reducido un 80% el presupuesto destinado a la vigilancia y protección de la reserva, reduciendo la vigilancia en la Reserva Marina. Los ocho vigilantes que trabajaban en ella, han sido despedidos. En la actualidad, la vigilancia la han asumido el coordinador de medios y el coordinador general. Esta disminución de personal, repercutirá negativamente en la protección y la colaboración en programas de investigación con universidades y otras instituciones científicas.
El recorte económico y de personal ya no garantiza la vigilancia continua, 24 horas y por tanto, se reduce el efecto disuasorio de pescadores furtivos y embarcaciones en las zonas protegidas.
Todo esto, puede provocar una
perdida de individuos de algunas especies que han tardado en crecer incluso mas
años que los que lleva declarada la Reserva Marina de Tabarca, como es el caso
de Meros, Nacras, Rascasas o Gallinas, etc.
Estas perdidas, significan el
desaprovechamiento de la inversión económica destinada a vigilancia, durante el
último cuarto de siglo. Además de, la disminución de ingresos procedentes de
servicios y funciones ecologicas, que según fuentes de Oceana, en el caso
concreto de Tabarca, se cifran en 3’6 Millones de euros anuales.
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